Unión al núcleo de la tierra
Arraigo

Se trata de una visualización, que nos permite arraigarnos con el tiempo físico del presente.
Cuando en nuestro día a día, nos sentimos desarraigados, que no pertenecemos a ningún lugar, que los acontecimientos y las personas, de nuestro entorno se acumulan y parece que no llegamos a ningún sitio , que todo va demasiado deprisa…..Es por el hecho de estar desarraigados de nuestro espacio tiempo.
Esto nos puede suceder, o bien por algún trauma, o decisión errónea, en el pasado, que nos ha apartado de nosotros mismos, como si nos hubiéramos equivocado de piso, al llegar a casa y no reconociéramos nuestra casa. Con lo que deberíamos recapitular, volver al portal para coger el ascensor al piso correcto, para poder entrar en nuestra casa.
O bien, por los constantes cambios de energía que llegan a la tierra, que en ocasiones nos desplazan para que hagamos cambios, y aun no somos concientes de ello.

Nosotros vivimos en la madre tierra, ella es quien nos da el agua, las cosechas, las estaciones, etc., ella marca nuestro tiempo vital. Por eso este ejercicio, además de llenarnos de fuerza en los chakras primeros, nos revitaliza, y activa los centros de energía que nos permiten tomar decisiones. Como el chakra base, que nos relaciona con el mundo físico,( padres, personas, empleos, animales etc…) El segundo, que nos da la fuerza o fuego sagrado, que dicen en la india que nos permite interactuar con el mundo físico. Y el tercero que el plexo que nos permite tomar decisiones sin miedo, para aportar nuevas cosas al mundo.
Por eso es tan necesaria la unión con el núcleo de la tierra, porque ella marca el tempo y el ritmo del día a día, así como proporciona el fluido del agua, corporal y del sueño como fuente de recuperación energética.

Imaginamos, que al cerrar los ojos, podemos respiras con mucha paz, y así lo hacemos respiramos, varias veces…y delante nuestro se abre una puerta que al abrirla nos conduce al centro de la tierra; entramos y empezamos a caminar, por un sendero…hasta llegar a su centro.
Es tan sencillo como esto, el camino ira cambiando de paisaje, a cada paso, vamos apuntando todo lo que nos muestra y equilibrando cada cosa que veamos que no nos gusta o que no sea armónico, hasta conseguir un equilibrio o una imagen que de mucha paz, en ocasiones nos pedirán cosas y en otras nos traerán regalos. Todo lo que encontremos en esta visualización es parte de nosotros o cosas por encontrar o curaciones o transformaciones o nuevas partes por descubrir. En todo caso, es nuestra unión con la tierra.
Una vez en el núcleo, que si hemos limpiado todo lo que no va en violeta, deberemos encantará una gran fuente de energía, ya sea un cristal, luz o algo magnético, nos situaremos delante y veremos como una gran luz alinea uno por uno nuestros 7 chakras, uniéndolos en la luz, con la fuente de energía. Hasta sabernos conectados con los 7 a ella. Esa unión es lo que estabilizara, nuestro día a día. Se puede hacer cada día, o cuando se crea necesario. En partes también, cada día un trozo del camino, dependerá de nuestro estado.